Este martes, funcionarios y funcionarias de Gendarmería de Chile continuaron con la paralización de actividades iniciada el lunes, debido a la falta de acuerdos en la mesa de trabajo propuesta por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Según un comunicado oficial, Gendarmería manifestó que mantiene una «política de puertas abiertas» y que las conversaciones para avanzar en mejoras laborales han estado en curso desde hace varios meses. Sin embargo, los funcionarios consideran insuficientes los avances logrados hasta ahora.
En el comunicado, Gendarmería destacó los acuerdos alcanzados en 2023, los cuales incluyeron mejoras en la carrera funcionaria. No obstante, reconoció que las actuales negociaciones aún no han logrado resolver las demandas del personal. «Seguiremos trabajando para contar con más recursos y herramientas que nos permitan estar a la altura del exponencial aumento de población privada de libertad y los desafíos del sistema penitenciario», señalaron.
En el caso del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Osorno, el Presidente de la Asociación de Oficiales y Gendarmes a nivel provincial, Cabo 1° César Villarroel, indicó que además de sumarse a las demandas nacionales, la movilización local plantea necesidades específicas, como el aumento urgente de personal y mejoras en la infraestructura del penal.
En cuanto a infraestructura, el recinto penitenciario de Osorno presenta problemas graves debido a su antigüedad. Villarroel destacó la necesidad de implementar un proyecto para reforzar el muro perimetral y automatizar los sistemas de seguridad, el cual se encuentra pendiente de aprobación en el presupuesto de 2025.
Según Villarroel, la falta de personal es crítica: se requieren al menos 30 nuevos funcionarios para cubrir adecuadamente las labores del recinto. Asimismo, hizo un llamado a reforzar otras unidades, como las dependencias del Juzgado de Garantía y el Centro de Estudio y Trabajo, donde también se registra un déficit de trabajadores.
Otro punto crítico señalado por el representante de Gendarmería en Osorno es la presencia de internos de alta peligrosidad, incluidos aquellos vinculados a organizaciones de crimen organizado. Según Villarroel, las condiciones del penal no son aptas para este tipo de población penal, lo que representa un riesgo tanto para los funcionarios como para otros internos.
La paralización ha afectado algunas actividades específicas, como la recepción de nuevos internos y la asistencia a audiencias en el Ministerio Público. No obstante, se han mantenido operativos servicios esenciales como la seguridad básica, las visitas y las encomiendas, así como la atención médica a los internos.
A nivel nacional, los funcionarios critican la gestión gubernamental en relación con la carrera funcionaria, la cual, según afirman, ha sufrido un deterioro significativo, dejando alrededor de mil plazas vacantes. Esto ha aumentado la sobrecarga laboral y disminuido la capacidad operativa del sistema penitenciario en su conjunto.
Desde el nivel central de Gendarmería, recalcaron que las condiciones laborales del personal son un eje prioritario y que continuarán trabajando en soluciones. Sin embargo, los funcionarios advirtieron que, de no alcanzar resultados concretos en las conversaciones con el Ministerio de Justicia, las movilizaciones podrían intensificarse.
La paralización, que ya se extiende por tres días, ha puesto en evidencia la necesidad de una solución urgente para enfrentar los desafíos del sistema penitenciario, tanto a nivel local como nacional.