Columna de opinión escrita por Bernardo Candia, Alcalde de San Juan de la Costa 

  • Los discursos públicos, tanto de autoridades de Gobierno, estructuras políticas u otros actores relevantes, adolecen de temáticas relevantes que consideren aquello que va en beneficio de lo que demanda nuestro país. Se extrañan por ejemplo, palabras como crecimiento económico, reducción de la pobreza o infraestructura para la competitividad.
  • En el caso del crecimiento económico, debe ser un objetivo prioritario para todo gobierno que pretende llevar a cabo un programa que, en teoría, beneficia al conjunto de la población del país.

En Chile, cada punto de crecimiento significa entre U$900 y U$1.000 millones de dólares para las arcas estatales. Una cifra no menor si consideramos la urgencia de trabajar en temáticas como el déficit habitacional, el mejoramiento de la red de salud pública, la calidad de la educación u otros proyectos estratégicos que provienen del crecimiento económico que es posible conseguir a través de una reforma tributaria que tenga como centro, que quien gane más, pague más, pero teniendo un país informado que conozca en qué se invertirán estos recursos.

Es más, cuando hablamos de crecimiento económico, no debemos olvidar que el punto más relevante es el empleo, y no sólo el fortalecimiento de los actuales puestos de trabajo, sino de evitar que aquellos que están en la línea de riesgo puedan perder el suyo y transformarse en pobres rápidamente por encontrarse en un lugar de alta vulnerabilidad, donde circulan la gran mayoría de los chilenos.

Un segundo punto, ausente del discurso público, es la reducción de la pobreza. Una temática prioritaria durante los gobiernos de la Concertación en donde, por ejemplo, en el año 1990, Chile tenía casi el 50% de su población bajo los niveles de pobreza, es decir 5 millones de pobres sobre un total de poco más de 10 millones de habitantes.

Para poder abordar esta temática, las políticas públicas se focalizaron en esto y la institucionalidad pública, estaba consciente que esto era una prioridad y así, se logró reducir significativamente la pobreza, para lograr tener un poco más de un 8%, y una indigencia de un 2,5%.

Según la encuesta CASEN 2020, Chile tiene un 10,8% de pobres (2.112.185 personas), los cuales se distribuyen en un 6,6% de pobres no extremos, con un total de (1.280.953 personas), y pobres extremos 4,3% con un (831.232 personas).  

Sin embargo, llama la atención que, en los últimos 4 gobiernos, la palabra pobreza prácticamente ha desaparecido del léxico público, lo que significa que no está dentro de las prioridades de la agenda del Gobierno de turno, ni tampoco de la institucionalidad política.

Otra ausencia significativa del discurso público es la infraestructura para la competitividad, eje fundamental para el desarrollo y crecimiento del País.

Chile requiere urgente de más y mejores aeropuertos, puertos, carreteras, que den ventajas a nuestros productos en los mercados internacionales.

Un claro ejemplo de esto es Perú, país que está mejorando su competitividad relativa, construyendo un mega puerto (Chancay) para sacar sus productos desde el pacífico hacia Asia. Esto compite directamente con nuestros puertos nacionales, y por lo tanto es fundamental, reflotar , por ejemplo, el proyecto de la ampliación del puerto de San Antonio, que lleva más de 10 años en carpeta he incorporarlo a la discusión pública.

Necesitamos de proyectos que mantengan a nuestro país en la vanguardia como por ejemplo: la doble vía de la ruta U-215 o el corredor bioceánico, que constituye un eje transversal de enorme importancia para la Región de los Lagos y el País.

Esto no lo puede abordar sólo el Estado de Chile, se requiere un acuerdo público – privadopara avanzar de forma más urgente en estas temáticas, que permitan poder tener más infraestructura y de mejor calidad, mejorar la red de caminos primarios y secundarios, ampliar nuestros aeropuertos, construir cárceles, que es parte de los que se requiere para que el País retome la senda del crecimiento y el desarrollo con equidad social y territorial.

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