El apo ulmen del Cacicado Cunco, de San Juan de la Costa, Bernardo Rumián, expresó la preocupación de las comunidades costeñas ante  el nulo avance en un año por parte del Ministerio de Obras Públicas, acerca de la consulta indígena para desarrollar   un estudio de prefactibilidad para definir el trazado del camino que cruzará la provincia de Osorno por las comunas con salida al Océano Pacífico.

Un proyecto que la década pasada tuvo una amplia oposición por el daño ambiental irreparable que produciría, y donde el año pasado se enteraron a última hora de un proceso de consulta a la cual no habían sido convocados.

Bernardo Rumián agregó que lamentablemente el pasado mes de agosto,  la Tercera Sala de la Corte Suprema  confirmó la sentencia apelada de fecha 19 de junio de 2023, dictada por la Corte de Apelaciones de Valdivia, que rechazaba un recurso de protección presentado por representantes del territorio para resguardar los lugares sagrados, los manantiales, cerros, rios y otras fuentes de obtención de recursos narurales, amenazados por el proyecto.

En su alegato, el Ministerio de Obras Públicas reconoció que existe un proceso de consulta indígena asociada al estudio, la cual si bien se encuentra suspendida a petición de las propias comunidades, implica un análisis de factibilidad económica, social, ambiental y territorial del proyecto. Seguidamente alegó la improcedencia del recurso de protección ya que se ha interpuesto en razón de un proyecto que por su naturaleza no puede constituir una acción u omisión arbitraria o ilegal: el Ministerio no puede verse imposibilitado de actuar y consecuencialmente, de obviar el estado o condiciones actuales de los caminos Públicos a lo largo del país y su conectividad.

El Apo Ulmen Rumián manifestó que la incertidumbre se mantiene, porque este proyecto viene siendo perseguido por el Estado chileno desde hace tres décadas.

El Apo Ulmen Kunko manifestó que nuevamente se coloca en peligro la integridad del pueblo mapuche huilliche, porque este tipo de proyectos benefician más a inversionistas externos que a las comunidades. Ya han sufrido la invasión de las forestales, que han dañado los cursos de agua. Si a ello se suman las concesiones mineras, la vida productiva de los huilliches se trastorna. A ello se suman las concesiones acuícolas y los proyectos de parque eólicos, y todo el territorio se parte con carreteras al servicio de esos proyectos.

Finalmente, también se amenaza la cultura y vida espiritual del pueblo mapuche huilliche, porque estas redes de caminos destruirán lugares ceremoniales, canchas de palín, sitios donde se realizan ceremonias de guillatún, o dónde se obtienen plantas medicinales, concluyó Bernardo Rumian.

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