Fue en 1915 cuando, en un humilde recinto a casi 23 kilómetros al oriente de Osorno, abre sus puertas al quehacer educativo la entonces conocida Escuela Nro. 18 Cancura, funcionando inicialmente como recinto bidocente, impartiendo clases a niños y niñas del villorrio, que cursaban estudios de primer a cuarto año de nivel primario.
Un establecimiento que, a pesar de la distancia del radio urbano de la comuna de Osorno, supo abrirse camino en pos de la formación de menores, cuyos padres residían apartados de la ciudad por las distintas labores agrícolas y ganaderas que desempeñaban.
Su actual directora, Mónica Reisser, recordó el progreso que ha mantenido el establecimiento educacional en materia de infraestructura y académica, gracias al compromiso municipal por brindar educación de calidad, contando actualmente con un remozado edificio, con capacidad para más de 200 estudiantes.
Además, resaltó “cómo la tradición de estudiar en el recinto a través de distintas generaciones se ha hecho parte de la realidad local, contando con estudiantes cuyos padres e incluso abuelos, se formaron en el mismo recinto, o funcionarios que por más de 30 años han visto crecer a los niños y niñas, formar sus propias familias y hoy mantener a sus hijos en el mismo colegio que los vio dar sus primeros pasos educativos”.
Reisser, destacó parte de los sellos que sostiene el proyecto educativo de la Escuela Luz y Saber, como el de Medio Ambiente y de Deporte, resaltando “el compromiso y formación de actividades físicas de los estudiantes, que son alentados por los docentes a integrarse, practicar diversas disciplinas, de la mano con una vida sana y activa, junto con buscar instancias que les permita complementar la enseñanza deportiva tradicional, ya sea a través de cursos, talleres y competencias”.
Mencionar que, en la actualidad, la comunidad educativa del establecimiento municipalizado la componen 152 estudiantes de pre-básica a 8vo año, que provienen, además de Cancura, de sectores tales como: Rupanco, El Escudo, Chan Chan, El Inca, Pichidamas, Rupanquito, entre otras, junto con 34 funcionarios, docentes, asistentes de la educación y directivos.
El Proyecto Educativo cuenta con formación intercultural, para lo cual mantiene una dupla pedagógica que la compone una educadora de origen Mapuche y una profesora de lengua originaria, con el objetivo de traspasar y mantener las tradiciones propias de la zona.