En el marco del inicio de la primavera, el Dr. Carlos LeQuesne, académico de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile, destacó la relevancia del proceso de polinización, un fenómeno que cobra vida durante esta estación.
LeQuesne, sostiene que la primavera es clave para las plantas, ya que es cuando se activa la polinización y se inicia un nuevo ciclo de crecimiento.
“Existe un proceso denominado lluvia polínica, una liberación de partículas que quedan suspendidas en el aire -algunas poseen estructuras llamadas sacos polínicos para flotar- Estos granos de polen fertilizan a las flores o a los conos femeninos, en el caso de las coníferas. La polinización se activa en primavera, cuando las plantas inician un nuevo periodo de crecimiento”, dijo el especialista en conservación de la biodiversidad.
“De esta manera, a través de la fecundación se puede recombinar el material genético femenino con el masculino a través de un proceso complejo. Y por esta vía cada uno de los individuos que se forma dentro de la flor o cono es distinto de otros a través de la recombinación. Este proceso es muy importante porque, de esta manera, se mantiene la variabilidad genética y así pueden existir individuos con distintas características y no clones que poseen una variación genética muy limitada. Por lo tanto, los individuos que resultan de la polinización pueden tener la posibilidad de adaptarse a condiciones ambientales cambiantes a través de la variabilidad genética», explicó el académico UACh.
Agregó que «en las plantas con flores, participan además otros organismos como insectos y aves que al visitar distintas flores que contienen néctar como premio: obtienen alimento para su sobrevivencia. Estos organismos vectores resultan fundamentales para ayudar al proceso de polinización, que es una función clave de los ecosistemas».
De esa manera, sostiene que el rol de los insectos es fundamental en la polinización.
«En el caso de los frutales, en los huertos se acostumbra a usar colmenas de abejas que facilitan la polinización para que exista una mayor producción de frutos, por lo tanto, la polinización optimiza y mejora la producción de frutos además de velar por la variabilidad genética de las nuevas generaciones», concluyó el Dr. Carlos LeQuesne.